Tus sueños determinan tu destino, así como tu dignidad o valor como hijo de Dios. Si en este momento no tienes algún sueño, tal vez te encuentres luchando con preguntas tales como: ¿Qué es lo que estoy haciendo con mi vida? ¿Por qué estoy aquí en esta tierra? ¿Tiene acaso sentido mi vida? ¿Cuál es el propósito para mi vida?
No tener sueños significa no tener valor personal. Cuando descubres los sueños de Dios para tu vida y comienzas a cumplir el plan que Dios tiene para ti, entonces comienzas a sentir que tu vida tiene valor.
No hay nada más importante después de recibir a Cristo como Salvador y Señor, que descubrir el sueño de Dios para tu vida. Ésta es la razón de tu existencia. Es el propósito para vivir y cuando no lo tienes, simplemente estás navegando de aquí para allá sin dirección alguna.
La Biblia dice: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” Jer. 29:11 (NVI)
Esto quiere decir que el sueño de Dios para ti es PERSONAL. Es decir, fue diseñado específicamente para ti y para nadie más. No solamente para todo el mundo, sino que está hecho a tu medida y forma. Además, el sueño de Dios para ti es POSITIVO. Dios dice: “…a fin de darles un futuro y una esperanza.”
El sueño de Dios para tu vida no es lo que otras personas quieren que hagas con tu vida, sino lo que Dios quiere que hagas con tu vida. En ocasiones encontramos muchas personas cuyas vidas simplemente son enfocadas en tratar de cumplir los sueños de otros. Tal vez de algún padre, o tío, o amigo, etc. Esta es una decisión que debes tomar personalmente.
Veamos lo que dice la Biblia: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante…” Heb. 12:1 (RV60)
¿Sabes algo? Dios tiene preparada para ti una carrera única, hecha a tu medida, que quiere que corras pacientemente. Esa carrera que Dios planeó para ti, nadie más la puede correr. Y si tú no eres aquello que Dios quiere que seas, nadie más va a poder ocupar tu lugar.
El apóstol Pablo dijo: “Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.” Hch. 20:24 (NBLH)
Pablo entendía muy bien la importancia de poder terminar su carrera y ministerio recibidos de parte del Señor Jesús. Esto mismo se aplica nuestros sueños.
Algunas preguntas para tí:
• ¿En cuál etapa de tu vida te encuentras en este momento: Estás buscando tu sueño, estás viviendo tu sueño, o te has dado por vencido en tu sueño?
• ¿Cuál crees que es el sueño o sueños de Dios para tu vida?
OLIVER MARTINEZ
No comments:
Post a Comment