Monday, December 28, 2009

Desayuno con David Yonggi Cho y Rick Warren

Una conversación entre dos pastores innovadores.

Recientemente se encontraron para compartir un breve desayuno… y esta fue la conversación.

Warren: ¿Cómo permanece renovado en el ministerio?

Cho: Cuando inicié mi iglesia en 1968 dedicaba cinco horas diarias a la oración. ¡Una especie de batalla espiritual! En los Estados Unidos no se ve mucha guerra espiritual, pero en Oriente, al haber tantos templos paganos, realmente hay que pelear si se quiere tener una obra, debido a la oposición que se levanta. Por eso dependía de la oración. El lugar al que fui a plantar mi iglesia estaba lleno de santuarios, y los sacerdotes paganos trataron de intimidarme; intentaron quemar las carpas de las iglesias nacientes. Para combatir esto, oraba cinco horas por día. Pero en estos días usualmente dedico tres horas a la oración diaria. Si no permanezco en esta disciplina, no es posible mantener el compañerismo con el Espíritu Santo.

Warren: ¿Qué le gustaría decirles a los pastores estadounidenses?

Cho: Bien, que tienen maravillosos templos y una educación superior, pero usualmente los pastores estadounidenses no oran más de quince minutos, así que este es el principal problema. Siempre he dicho que tienen todo: finanzas, templos, educación… pero fallan en la determinación a orar. ¡No hay poder sin oración! Mucha gente aún no conoce la importancia real de la oración. Pero como ministro, usted debería conocer que la oración es el fundamento del iglecrecimiento y del avivamiento. Los pastores deberían determinarse a orar. Como sabe, en Corea del Sur tenemos una reunión de oración por la mañana, y muchos pastores de todos lados nos visitan.
A veces me preguntan: “¿Cómo hace para motivar a la gente a venir a orar temprano en la mañana?” Y respondo: “Primero, ¡tú mismo debes estar motivado!”

Warren: ¿Qué puede decirnos acerca del procedimiento de ayudar a la gente a crecer en Cristo? ¿Qué método utiliza su iglesia para llevar a los no creyentes a la madurez en Cristo?

Cho: Tenemos este tipo de organización: cuando la gente se convierte, las enviamos a la “Escuela de conversión”. Allí son enseñados por seis semanas y se les provee de los materiales adecuados. Entonces son insertados en la célula de su área y reciben el debido cuidado.

Warren: ¿De qué manera utiliza la tecnología para atender las necesidades de cada uno en tan grande iglesia, es decir, para proveer atención personal cuando tiene a su cargo tantos miles de personas?

Cho: No podríamos manejar la situación sin el uso de las computadoras. Hemos computarizado cada cosa en la iglesia, ¡cada aspecto! También hacemos uso de Internet. Ahora mismo tenemos una “iglesia virtual” en donde la gente participa en los servicios a través de Internet. Quiero guiar a la gente al uso de Internet. Corea es muy pequeña, no cuenta con tanto espacio como en otros lugares, por lo que no podemos agrandar nuestros templos. Por si esto fuera poco, cada año se agregan veinte mil nuevos conversos en nuestras iglesias, y no podemos ubicarlos en nuestro templo ni tampoco en los anexos. Por eso ahora tenemos una “iglesia virtual” y muchos de la joven generación participan en los servicios desde su hogar. Envían sus ofrendas por Internet.

Warren: ¿Cuántas células utilizan Internet y miran sus servicios a través de la red?

Cho: La mayoría de las iglesias caseras lo usan.

Warren: ¿Es un servicio en vivo y solamente hacen click para verlo?

Cho: Es en vivo, tanto los domingos como los miércoles. Pero también, cuando quiero dar instrucciones especiales o enseñanza para los grupos, lo hago por Internet. De esta manera puedo dar una palabra o una instrucción a ministros y líderes en cualquier área geográfica.

Warren: ¿Parece entonces que los grupos celulares por Internet tienen más potencial de crecimiento que las iglesias anexas?

Cho: ¡Exactamente! ¡Siempre le digo a nuestra gente que este es el ministerio de la siguiente generación! Sin Internet quedaremos fuera del sistema.

Warren: Saddleback tiene ahora un servicio en Internet, y estamos conectados con nuestros grupos pequeños, de manera que pueden interactuar en la red, e incluso hacer pedidos de oración, etc.

Cho: Pensaba que en un país tan grande como los Estados Unidos no se interesarían en ese tipo de ministerio. Pero nosotros estamos tan apretujados que no tenemos otra manera para conservar el crecimiento, ¡excepto yéndonos al ciberespacio!

Warren: Bien, de todos modos no importa de cuánta tierra se disponga porque eventualmente se llenará. Tenemos ciento veinte hectáreas y en los primeros veinte años mi objetivo fue proveer un campus. Pero ahora, para los siguientes veinte años, nuestro objetivo es descentralizar, enviar a la gente hacia afuera.

Cho: He seguido su ministerio desde cerca por mucho tiempo, de manera que conozco cada cosa que hacen, y mayormente me ha impresionado cómo han formado esta iglesia tan grande sin costos de construcción ¡Es algo muy sorprendente para nosotros!

Warren: Queríamos probarle al mundo que no hay que tener un edificio para que una iglesia crezca. Estábamos en los diez mil asistentes antes de la construcción de nuestro primer templo. De modo que sabemos cómo crecer y ministrar sin edificios propios. Pero lo que tratamos de aprender ahora es cómo crecer a través de Internet en los hogares.

Cho: ¡Exacto! ¡La generación siguiente es de Internet! ¡Usar Internet es mucho mejor!

Warren: Aunque tuviéramos todos los templos necesarios, la pregunta es ¡si la siguiente generación querrá adorar en templos enormes!

Cho: Necesitamos ambos ministerios juntamente: una fuerte iglesia joven y un poderoso servicio por Internet. Mediante la red puedo contactarme con usted desde Corea, o desde cualquier parte del mundo. Hay muchos coreanos en otros países que participan a través de nuestro ministerio en Internet. ¡Por esa vía podemos tener comunión y servicios a nivel mundial!

Warren: Ustedes aún son la Iglesia más grande del mundo, con setecientos cincuenta mil miembros. ¿Cuál es el próximo paso, de acuerdo a su visión?

Cho: ¡Exactamente es el ministerio por Internet! Es necio edificar templos más y más grandes. ¡Es algo tonto gastar más dinero en iglesias satelitales! Uno nunca logra lo suficiente.

Warren: ¡Solo pensar en el dinero que debería invertirse y cómo podría usarse para las misiones!

Cho: Hemos enviado alrededor de quinientos misioneros alrededor del mundo. Algo impresionante es que hace dos años fui invitado a celebrar una reunión en Dubai. La policía islámica se acercó y me dijo: “Si usted sale del área de la Embajada Británica, será arrestado”. Sin embargo, tuvimos tres mil musulmanes que asistieron a la reunión cada noche, y muchos sauditas. Les pregunté: “¿Cómo supieron que celebraba estas reuniones?” “¡A través de su página web!”, respondieron. Y agregaron: “En Arabia Saudita no tenemos iglesia, no podemos tener Biblias, pero sí podemos leer Internet. Miramos su servicio y vimos que visitaría Dubai, ¡por lo que nos tomamos nuestras vacaciones y vinimos!” ¡Ahora ofrecemos servicios para Arabia Saudita a través de Internet, y ningún gobierno puede detenernos! ¡Este es el camino a seguir!

Warren: ¿Qué consejo podría darle a un ministerio que recién comienza?

Cho: En primer lugar, quisiera desafiarlo a que tenga una actitud muy positiva hacia el ministerio, ya que encontrará mucho desaliento. Segundo, debería tener visiones y sueños, porque estas son las vías por las cuales Dios obra. Las visiones y los sueños vienen de la Palabra de Dios hacia uno, y por eso es muy importante tenerlos. Tercero, quisiera alentarlo a escuchar realmente la voz del Espíritu Santo; esto es muy importante y muy desafiante. Porque para comenzar un ministerio exitoso, uno necesita un espíritu de aventura. Dios se regocija con semejante persona y la utiliza.

Warren: He leído en sus libros acerca de “visiones y sueños”. Hábleme de cómo escuchar la voz del Espíritu Santo.

Cho: El Espíritu Santo siempre habla a través del estudio bíblico. Incluso esta mañana lo hizo. Tenemos conocimiento en nuestras mentes, pero muy poco en el corazón. Muchos pastores hablan a su gente utilizando el conocimiento intelectual, pero no la sabiduría del corazón. Para recibir este tipo de sabiduría debemos orar mucho, estudiar la Biblia y esperar ante el Señor. Mucha gente hace de su oración un monólogo hacia Dios, pero deberían esperar en el Señor, hasta que realmente inunde sus corazones. Cuando lo hago, su voluntad viene como un rocío sobre mi corazón.

Warren: ¿Cómo ha logrado levantar tantos líderes en su iglesia?

Cho: El principal trabajo es motivar a la gente. A través de mi experiencia he hallado que solo el diez por ciento de la congregación entera será motivada a trabajar. Por eso les pido a mis ministros que busquen a aquellas personas disponibles a quienes el Espíritu Santo comienza a desarrollar como líderes de células.

Warren: ¿Qué es lo que busca? ¿Qué les dice que tienen que buscar?
Cho: Naturalmente, a las personas que están dispuestas, que aprenden mucho por su cuenta y están dedicadas verdaderamente a los perdidos; busco que amen de corazón la evangelización. Personas con estas características son candidatas para ser líderes.

Warren: Acerca de los que vienen a Cristo en su iglesia, ¿la mayoría de ellos lo hacen a través del servicio de adoración y entonces pasan a una célula?

Cho: La mayoría llega a través de las células. Muchos malinterpretan el ministerio celular. Piensan que es un grupo de comunión. Yo entreno a la gente para tocar con el Evangelio a sus vecinos inconversos. Los inconversos encuentran complicado asistir a la iglesia. Algunos de ellos tienen temor de hacerlo, especialmente con una iglesia grande. De modo que cuando son invitados a las casas de sus vecinos, no sienten pánico.

Warren: Ahora que puede brindar sus mensajes y otras enseñanzas a través de Internet, ¿el líder del grupo celular debe ser tan buen maestro como antes?
Cho: Sí. Sigo preparando a los líderes de célula para que sean fuertes maestros, porque si dependen de mi mensaje en Internet, nunca podrán transformarse en ministros de crecimiento. Usted me preguntó hace un tiempo acerca de alguno de los mayores errores que he cometido en mi vida. Pensé que había cometido un gran error al sostener económicamente el diario. Nuestra tirada diaria es de más de un millón. Y tiene once páginas dedicadas al evangelio. Eso motivó a que muchos periodistas me criticaran: dijeron que iba a pagar muy caro predicar el evangelio en el periódico secular. Por más de diez años cada mes he gastado tres millones de dólares para mantenerlo. Y realmente supuse que había cometido un terrible error.
Pero después me di cuenta que este periódico influenciaba a nuestro gobierno. La mayoría de los pastores hablan desde el púlpito de la iglesia y la sociedad no escucha, pero el papel se transformó en nuestro púlpito fuera del templo. Es leído por los legisladores y los hombres de negocio.

Warren: Una pregunta personal: cuéntenos durante los años en los cuales Dios permitió aquella debilidad en su vida.

Cho: Fui levantado del lecho de muerte por tuberculosis. En 1968, cuando comencé mi ministerio, estaba muy débil. Todavía tenía algo de fiebre y continué teniendo problemas en el corazón. Siempre que mi corazón me daba problemas, perdía la fuerza y me parecía como que moría. Entonces mucha gente me preguntaba por qué yo oraba siempre por sanidad. Aún ahora oro por sanidad, porque para sobrevivir en aquellos días yo predicaba acerca de la sanidad divina, para desafiarme a mí mismo. Me autofortalecía al predicar, y me mantenía creciendo. En 1964 caí, y el doctor me dijo que dejara el ministerio. “En el estado en que se encuentran su sistema nervioso y su corazón, usted nunca sobrevivirá”. Entonces realmente oré al Señor y le dije: “Es mi llamado: si dejo mi ministerio, no tengo necesidad de vivir”. Dios no me respondió tan rápidamente, sino que lo hizo paso a paso, durante más de diez años, y después lentamente comenzó a tocarme y sanarme. Así que esto fue una gran prueba en mi vida.

Warren: ¿Piensa que las iglesias estadounidenses deberían estar más abiertas a la oración por milagros?

Cho: Siento que la mayoría de las iglesias de los Estados Unidos realmente no cree en los milagros de Dios. La iglesia se ha institucionalizado demasiado. Pero le digo que por una nueva unción la iglesia estadounidense puede comenzar a creer en un milagro para la nación, de la mano de Dios. Creo que hay un gran número de gente piadosa que podría ser utilizada en estos tiempos. Por otra parte, quiero afirmar la importancia de contar con las mujeres para el servicio. Las mujeres representan el sector menos usado en la iglesia. Nosotros, en Corea del Sur, las utilizamos para el servicio telefónico, pues hablan constantemente, aman hacerlo. ¡Pongamos el mensaje de Jesús en sus bocas! Ellas son una enorme fuerza, pero en la cultura occidental a ustedes los atemoriza emplearlas. Pero una vez que las mujeres tienen la libertad de trabajar como compañeras de liderazgo, ¡sucede una explosión!

Warren: Por favor, ¿podría hacer una oración de bendición para los que leen esta entrevista?

Cho: “Padre Celestial, te agradecemos por tantos maravillosos pastores y laicos; oramos para que muchas ricas bendiciones sean sobre cada cristiano, de manera que uses a los Estados Unidos una vez más en el envío de misioneros a los confines de la Tierra, para que cambien el mundo para Jesucristo. En el Nombre de Jesús hago esta oración”

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David Yonggi Cho es pastor de la iglesia más grande del mundo en Seúl, Corea del Sur, con más de setecientos cincuenta mil miembros. Es conocida por su ministerio de oración y los grupos celulares para consolidar nuevos miembros y desarrollar líderes laicos.
Rick Warren es pastor de la iglesia Saddleback en California, EE.UU., quién a través de su libro “Una vida con propósito” ha influenciado en más de cien mil congregaciones alrededor del mundo.

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