Hace no mucho tiempo recibi un email de parte de un pastor amigo mio, con unas palabras de animo para unos misioneros. Este mensaje fue de mucha bendición para mi vida y me gustaría compartirlo con ustedes:
No hay cosa más grande y maravillosa que haya sucedido en la vida de todos nosotros como parte del Cuerpo de Cristo que el hecho de que nuestros nombres se encuentran escritos en el cielo. En otro tiempo nosotros estábamos muertos en nuestras transgresiones y pecados. Todos íbamos camino al infierno. Eso es en realidad lo que nos merecíamos por nuestros pecados. Éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios. Pero de repente, no por obra ni iniciativa humana, el Espíritu Santo abrió una brecha por separado en cada una de las mentes de todos los que somos sus hijos. De una manera asombrosa se metió por la brecha en nuestros espíritus. Y a partir de ese momento dimos media vuelta, nuestras vidas fueron transformadas y comenzamos a caminar con rumbo hacia el cielo. Dios es el que nos mueve ahora. Vivimos solo para Él. Así que mis amados hermanos, ¡Tengamos mucha reverencia hacia nuestro Dios!
Hay algo que como hijos de Dios debemos tener siempre muy presente: Todo lo que para el hombre es imposible, es posible para nuestro Dios. La Biblia nos dice en el Evangelio según Mateo: “Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece." (Mateo 5.3 NVI)
¿Qué es exactamente lo que significa esta bienaventuranza, la cual Cristo dijo que debería ser nuestro estilo de vida, para ser así su respuesta a las necesidades de la multitud que se encuentra como oveja sin pastor, y para ser la sal de la tierra y la luz del mundo?
1. "Pobres en espíritu" significa tener un espíritu quebrantado. Lo que nuestro Señor Jesucristo quiere es que nuestra voluntad se sujete a la de Él. Eso es lo que Él quiere de nosotros.
"Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados."(Isaías 57.15 RV60)
2. "Pobres en espíritu" significa tener un espíritu humilde. Esto requiere tener una actitud correcta con respecto a nosotros mismos, y con respecto a nuestro Señor y Rey. Soy nadie, pero por la obra de Cristo en la Cruz del Calvario llegué a ser alguien y de ahora en adelante todo lo que para mí es imposible hacer, es posible para mi Jesús.
"Respondió Job a Jehová, y dijo: Yo conozco que todo lo puedes,Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído;Mas ahora mis ojos te ven.
Por tanto me aborrezco,Y me arrepiento en polvo y ceniza. (Job 42.1-6 RV60)
3. "Pobres en espíritu" significa aceptar que yo no puedo, pero Jesús si puede. Esto quiere decir que yo no puedo salvar a nadie, pero Jesús si puede... No puedo poner fe en el corazón de alguien, pero Jesús si puede.... No puedo hacer que ocurra un nuevo nacimiento, pero Jesús si puede... No puedo ser la gran columna de la iglesia, pero Jesús si puede... No puedo ser el gran director de adoración, pero Jesús si puede... No puedo ser la gran cantante del coro, pero Jesús si puede... No puedo tener el temperamento para ser sal y luz, pero Jesús si puede... No puedo ser humilde, pero Jesús si puede...
"Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible. (Mateo 19.23-26 RV60)
Entonces, ¿qué es lo que puedo hacer yo? La Biblia nos da la respuesta:
"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". (Fil. 4.13 NVI)
¡Que Dios los bendiga!
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